domingo, 19 de mayo de 2013

El momento presente


     "Da muerte a cada momento del pasado. El pasado ha terminado. No hace falta calificarlo de bueno o malo. Lo único que hay que saber es que se ha terminado, se acabó. No volverá a existir, ha desaparecido para siempre; entonces, ¿para qué perder el tiempo con ello?
     No pienses en el pasado, al hacerlo estás desperdiciando el presente, que es lo único que realmente tienes. Y no pienses en el futuro, nadie sabe qué ocurrirá mañana, cómo será, cómo se desarrollará, dónde vas a aterrizar..., no te lo puedes ni imaginar.
     Y ocurre todos los días; no eres consciente del tiempo que perdiste ayer planeando el día de hoy, y de que las cosas no han salido como pensabas y habías planificado, y esto y lo otro. Ahora te preguntas preocupado por qué perdiste todo ese tiempo, ¡y vuelves a hacerlo!
     Quédate en el momento presente, sé fiel al momento presente, permanece en el aquí y el ahora, como si el ayer no hubiese existido y el mañana no fuera a existir nunca; sólo así podrás estar por entero aquí y ahora. Y ese estar en el presente totalmente te unifica con el resto de la existencia, porque la existencia no sabe del pasado ni del futuro. Siempre está aquí y ahora.
     La existencia sólo conoce un tiempo : el presente. Es el idioma el que ha creado tres tiempos verbales y tres mil presiones en tu mente. La existencia conoce sólo un tiempo: el presente, y aquí no hay tensión, es absolutamente relajante. Cuando estás totalmente aquí, sin un ayer que tire de ti hacia atrás, ni un mañana que tire que tire en el otro sentido, estás tranquilo.
     Para mí, estar en el momento presente es meditar, es estar por entero presente. Y es algo maravilloso, fragante, fresco. El presente no envejece".


Osho

jueves, 9 de mayo de 2013

Conversación con la Soledad


-"Me siento solo."
-"¡Maravilloso! Una invitación para estar con la soledad. Deja de lado la palabra 'soledad'. Siente cuidadosamente todas las sensaciones que surgen en el cuerpo, ¿dónde se sienten?"
-"En mi estómago. Como una sensación de vacío..."
-"Muy bien. Ahora deja de lado la palabra 'vacío'. Ponte en contacto con lo que identificas realmente ahí ".
-"Se siente... algo vivo. Un hormigueo. Caliente."
-"Sí. Muy bien. Quédate con eso."
-"Se siente suave. Tierno. Un poco triste... siento algo como... la vida."

 -"Bueno. Quedémonos ahí un rato. Démosle a esas sensaciones el regalo de la atención, sin intentar cambiarlas. Permitamos que todos los pensamientos e imágenes vengan y después se vayan. ¿Qué más puedes identificar ahí, en donde te encuentras?"
-"Es algo raro. Como si se estuviera calmando. Hay más espacio alrededor de la soledad. Como si estuviera sostenida en... el espacio..."
-"¿Ese espacio se siente solo?"
-"No. Para nada. Se siente... íntimo. Cercano. Vivo."
-"Entonces, ¿no se siente solo?"
-"No, en absoluto. Siento que puedo respirar de nuevo..."

Cuando dejamos de distraernos y nos sumergimos confiadamente dentro del corazón de cualquier sentimiento, positivo o negativo, correcto o incorrecto, redescubrimos la inmensidad del océano que somos. Cada sentimiento está hecho de una inteligencia indescriptible.

Jeff Foster