lunes, 24 de diciembre de 2012
Nada te turbe
Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda,
la paciencia
todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene,
nada le falta.
¡Sólo Dios basta!
sábado, 15 de diciembre de 2012
lunes, 10 de diciembre de 2012
Cuando me amé de verdad
Cuando
me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba
en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces, pude
relajarme...
Hoy sé que eso tiene nombre… Autoestima.
Hoy sé que eso es… Autenticidad.
Cuando
me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé
a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento.
Hoy sé que eso se llama… Maduréz.
Cuando
me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de
forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que
deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo
mismo) no está preparada.
Hoy sé que el nombre de eso es… Respeto.
Cuando
me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable:
personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia
abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud.
Hoy sé que se llama… Amor hacia uno mismo.
hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo.
Hoy sé, que eso es… Simplicidad.
Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces.
Así descubrí la… Humildad.
Cuando
me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de
preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es
donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez.
Y eso se llama… Plenitud.
Cuando
me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y
decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es
una valiosa aliada.
Y esto es… Saber Vivir!
“No debemos tener miedo de cuestionarnos… Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas”.
KIM MCMILLEN
jueves, 6 de diciembre de 2012
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